Tomados de la mano entramos en nuestra habitación, y dejamos que los besos y las caricias pongan en el olvido el frío que sentíamos estando fuera. Ahora en nuestro recinto hemos olvidado la lluvia torrencial que irrumpe contra la ciudad que apenas y sobrevive. Rápidamente, lamentando cada segundo en que mis labios no están junto a los tuyos, cierro la puerta y con ella cualquier vínculo con el exterior, ahora solo existimos tú y yo.
Con un gesto sugerente te observo dirigirte a la cama, y leyendo en tus ojos el deseo que se desborda en los míos te sigo, observando con detalle cada movimiento y recreando en mi mente la perfección de tu cuerpo, la delicadeza de tus movimientos y la seducción de tu mirada.
Con tus manos dirigiendo las mías a través de tu cuerpo, y tu mirada de aprobación en cada movimiento hecho, mis sentidos se llenan con la percepción de la suavidad de tu piel, el calor de tu cuerpo, el sabor de tu boca, la profundidad de tu mirada y la delicia de tu aroma. Todo ello me embarga, conforme las prendas escasean en nuestros cuerpos y sobran en el piso.
Llueve a mares, afuera el frío glacial congela las almas que solitarias deambulan por las calles. Mientras acá, en nuestra habitación el amor, y con él el calor se pueden tocar en el aire, acá el frío no afecta la desnudez de nuestra piel.
Entre juegos y ternura recorro tu piel desnuda, descubro con atención y esmero, cual niño ante un paisaje que visita por primera vez, tu cuerpo desnudo que descansa sobre la cama, confiado y lleno de amor para mí. Tu piel me lanza la constante invitación a cubrirla con mis besos, y con obediencia ciega me dedico entusiasmado a tal tarea maravillosa. Nuestros cuerpos unidos pactan el amor que nos embarga, que nos entrega, que nos hace un solo ser y un solo corazón.
Y así, en esta tarde lluviosa, "tu mano sobre mi pecho es mía, ... [y] se cierran tus ojos con mi sueño"*... Y así, en esta tarde lluviosa, somos un solo ser...
Con un gesto sugerente te observo dirigirte a la cama, y leyendo en tus ojos el deseo que se desborda en los míos te sigo, observando con detalle cada movimiento y recreando en mi mente la perfección de tu cuerpo, la delicadeza de tus movimientos y la seducción de tu mirada.
Con tus manos dirigiendo las mías a través de tu cuerpo, y tu mirada de aprobación en cada movimiento hecho, mis sentidos se llenan con la percepción de la suavidad de tu piel, el calor de tu cuerpo, el sabor de tu boca, la profundidad de tu mirada y la delicia de tu aroma. Todo ello me embarga, conforme las prendas escasean en nuestros cuerpos y sobran en el piso.
Llueve a mares, afuera el frío glacial congela las almas que solitarias deambulan por las calles. Mientras acá, en nuestra habitación el amor, y con él el calor se pueden tocar en el aire, acá el frío no afecta la desnudez de nuestra piel.
Entre juegos y ternura recorro tu piel desnuda, descubro con atención y esmero, cual niño ante un paisaje que visita por primera vez, tu cuerpo desnudo que descansa sobre la cama, confiado y lleno de amor para mí. Tu piel me lanza la constante invitación a cubrirla con mis besos, y con obediencia ciega me dedico entusiasmado a tal tarea maravillosa. Nuestros cuerpos unidos pactan el amor que nos embarga, que nos entrega, que nos hace un solo ser y un solo corazón.
Y así, en esta tarde lluviosa, "tu mano sobre mi pecho es mía, ... [y] se cierran tus ojos con mi sueño"*... Y así, en esta tarde lluviosa, somos un solo ser...
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imagen de acá
* tomado del Soneto XVII de Pablo Neruda, 1959.
imagen de acá
* tomado del Soneto XVII de Pablo Neruda, 1959.
7 comentarios:
Me recordó tanto esas noches lluviosas...!!!
Como siempre, bello tu relato!
Saludos
Tarde.... pero seguro....
La lluvia, siempre la protagonista en las tardes robadas que repaso en mi cabeza. Me cautiva y me transporta tu relato mi amor.... Increíble.
Te amo... y lo demás, ya lo sabes...
Que bueno Marito - buena proza.
Un post que mas de una te lo va a robar para ponerlo en el desktop jeje. Muy bueno men
Saludos
En primer lugar, mis disculpas por responder hasta este momento.
*°·.¸¸.° Heidy °·.¸¸.°*: Muchas gracias, siempre he pensado que esas noches de lluvia guardan tantos secretos que merecen ser puestos por escrito para deleitarnos en la vivencia, el recuerdo o la imaginación.
Saludos...
Karina U.: Sí, esa protagonista, esa acompañante discreta que luego con su suave susurro viene a hacernos rememorar todo lo vivido. Yo también me transporte al escribirlo.
Te amo, y lo demás ya lo sabes...
andrés: Muchas gracias fren! Que dicha que te gustó.
Saludos...
Diablos, me encantó! demasiado intenso el relato. Hoy ando de tarde de visitas...besos!
Tantos recuerdos en cada una de tus palabras, que me has dejado sin palabras mi hermano...
Solo puedo decir: el amor es realmente maravilloso, y la lluvia una compañera incomparable...
Buen post bro, me alegra leerte de nuevo!
Alexa y P.Vargas: Mil años tarde, pero de corazón gracias!
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