"Si un día perdiera mi calma y mi paz,
tú sabrías que hacer y como ayudar,
si perdiera la fe tendría en ti algo en lo que creer...
Dos impulsos y un solo ser,
haciéndome creer que puedo mantenerme en pie..."
Lentamente retiró sus manos de la cara, el agua que antes contenía en ellas ahora caía precipitamente por su rostro. El hombre del espejo lo miraba fijamente. Cerró sus ojos, quería apagar sus pensamientos y solo sentir el agua que fluía. El reflejo imitó precipitadamente su movimiento. Fue en vano, sus ojos se abrieron lentamente.
Su presencia real, esa misma que el hombre del espejo miraba sin pestañear, pretendía que todo lo que sentía se lo llevara el agua que caía de su rostro. En su corazón se encontraba una mezcla de sentimientos, que de momento habían vencido su deseo de ser feliz: ira, dolor, tristeza, incredulidad... resignación. En ese instante no encontró algo -un pensamiento, un sentimiento, una palabra- que estuviera en el lugar indicado, todo era caos y confusión.
"Knock, knock, knock", su ángel apareció de pronto. No es que fuera desconocida, pues ya la había visto antes, ya había intercambiado palabras con ella, ya se sabía uno con ella, ya la quería con su corazón completo -aunque ahora entristecido-, pero hasta ahora no había conocido su verdadera naturaleza. Hasta ahora ella se revelaba tal como era.
La presencia de su ángel llenó por completo el lugar, así como su pensamiento y su corazón. Escuchó de nuevo esa voz clara, dulce y tierna. Contempló regocijado la belleza de su rostro y el brillo increíble de la sonrisa de su ángel. Su figura femenina, sus movimientos delicados. Su sola presencia alejó la tristeza y el dolor.
Su ángel -su niña mimada, como al hombre gustaba llamarla- habló palabras que como hilos de oro tejieron un lienzo para arroparlo, para protegerlo del exterior. Sus manos hábiles reconstruyeron el alma que a este hombre se le había escapado, al igual que el agua que corrió a través de la cara ensombrecida. Sus brazos de ángel delicado se convirtieron en fortaleza de abrazos incontables con los cuales el hombre se sintió renovado y fuerte otra vez.
Con solo una dulce sonrisa más y su ángel lo logró. Había llegado en el momento indicado, como si el tiempo se pudiera deterner, y ahora el mundo de este hombre era de nuevo un lugar particularmente bello, otra vez elegía ser extremadamente feliz.
14 comentarios:
Bellísimo de verdad... Increíble!!! =) Me encantó!
Mariiitooo demasiado lindo se me salieron las lágrimas y todo...Se ve que sos un hombre lleno de sentimientos
Cosi no tienes idea lo mucho que me encanto!!!!!!!!!! y más el hecho de saber por que lo hiciste!!!Te re contraquiero
hay más de un invisible que nos dá alegría, que SI detiene el tiempo, no solo el horror de la noche, aveces el silencio nos conmueve y nos trae de vuelta.
Hermoso texto.
Deshora.
Excelente viejo
saludos
Ah carajo... como que cupido anduvo haciendo de las suyas...
Hum como quien es cosi ah? jeje
Bellamente escrito Marito, hay segundos en los que uno se da cuenta de algo que valen más que miles de horas. Son esos segundos por los que vivimos...
Saludines
Kaus: Primero que todo, bienvenida a ..ergo sum. Siéntete como en casa y vuelve cada vez que quieras.
Me alegra que te gustara, muchas gracias...
Saludos...
jeje1308: Muchas gracias, me alegra que te gustara, y me sorprende que al punto de las lágrimas.
Los sentimientos son una parte de nosotros, por eso no debemos ocultarlos.
Saludos...
Dayanna: Me alegra demasiado que te gustara cosi. Y es cierto, tú conoces un poco más acerca de ese texto.
Un abrazo, te quiero...
Amorexia: Y también hay seres visibles que dan alegría y que logran detener el tiempo.
Muchas gracias.
Saludos...
el culé: Gracias viejo...
Saludos...
Terox: Jaja, ¿será? Naah! en realidad es algo diferente.
Gracias.
Saludos...
KagosaVampire: Ehmm...
Muchas gracias Karito, hay segundos que valen la vida, hay ángeles que dan fuerza y dan ganas de seguir viviendo.
Saludos corazón...
Hermosísimo!!
Y a mi tambien me sacó las làgrimas.
Un abrazo Marito
"Sus brazos de ángel delicado se convirtieron en fortaleza de abrazos incontables con los cuales el hombre se sintió renovado y fuerte otra vez."
Conozco esa sensación, la de un abrazo que cala profundo y calienta el cuerpo hasta los huesos. Un abrazo que reanima, que revive.
Los ángeles siempre están a nuestro alrededor, solo que algunos se disfrazan o cambian de apariencia, mas nunca dejan de estar cerca.
Yo he sentido esa energia al menos dos veces en mi vida, no puedo definirlo pero si lo he sentido y es revitalizante.
Excelente texto Men, saludos!
*°·.¸¸.° Heidy °·.¸¸.°*: Que alegría saber que te gustó. Me sorprende saber que incluso hasta las lágrimas.
Saluditos...
Edwin: Esa sensación da vida, aliento, esperanza... fuerza para seguir. Tienes razón, los ángeles siempre están allí, y en ocasiones se materializan al punto que podemos mirarlos sonreír y perdernos en su sonrisa.
Saludos mi estimado...
andrés: Gracias fren, y te comprendo, cuesta expresar lo que ese ángel nos puede hacer sentir en el momento en que se aparece, lo importante es poder sentirlo y que el ángel sepa el bien que está haciendo.
Saludos...
Bellisismo...excelente
Alen: Bienvenida a ...ergo sum. Me alegra que te gustara, muchas gracias.
Saludos...
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