[Libro] ¿Quién se ha llevado mi queso?

Estoy publicando una vez por semana, aunque quisiera hacerlo más frecuentemente. Pero aún estoy con las cosas de la plantilla y tratando de implementar un poco más la apariencia. Para un novato esto lleva su tiempo. Trataré de publicar más seguido. Hoy, comentamos un libro.


¿Quién se ha llevado mi queso?
Cómo adaptarnos a un mundo en constante cambio
Spencer Johnson (EUA)
1998


Antes que todo debo reconocer que no me gusta este tipo de literatura, la verdad no suelo leer libros de motivación, pero este libro lo leyeron algunos compañeros y me dijeron que nada perdía en leerlo. Entonces acepté "el reto".

Un relato muy breve (se tarda escasamente un hora en abarcarlo), que no dice nada nuevo (o al menos nada desconocido); sino que busca recordar actitudes que nunca se deberían olvidar.

Con un relato ficticio sobre dos ratones, dos liliputienses y un laberinto donde el queso es la fuente de alimentación, Johnson busca crear conciencia sobre la actitud correcta ante los cambios inesperados. El dilema central del libro se encuentra cuando un gran depósito de queso (que había sido encontrado por los liliputienses y los ratones) desaparece.

Con un claro contraste (un liliputiense acepta el reto del cambio mientras que el otro se niega a hacerlo) se busca identificar al lector con alguno de los personajes para que al final se entere que, en un mundo en constante cambio, la mejor actitud es estar preparado y aceptarlo en el momento en que llega.

Si no tienes un libro mejor esperando, bien puedes usar una hora para leer este.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola! Marito, quisiera saber si te gustó O no te gustó el libro???, aunque se como tu mismo dices que no te gusta ese tipo de lectura...
Se que no es nada nuevo de lo que trata el libro, pero aveces las personas olvidamos lo que supuestamente es obvio!!!

Mario_ergosum dijo...

Anónimo: No es que el libro me desagradara por completo, pues efectivamente en ocasiones uno olvida ciertas cosas (el liliputiense terminó escribiendo en las paredes para no olvidarse él mismo de esas verdades); simplemente es que no soy muy afín a este tipo de literatura.