La noche lo sorprendió en vela, el sueño era el gran ausente de ese momento. El cansancio que antes había sido tan fuerte tuvo que ceder en la batalla y había pasado a segundo plano. Ahora el hombre se dedicaba a pensar, a sentir... a vivir.
La vida le había demostrado todo lo cruel que puede llegar a ser. Fuertes golpes que no habían pasado de lejos, sino que le habían alcanzado duramente y que le habían hecho desconfiar y sentirse receloso de quienes lo rodean, aún zumbaban en su mente. Luchaban contra él, luchaban contra su deseo de sentirse siempre feliz.
Sin embargo, tendido sobre su cama, ahora nada de eso era protagonista en su pensamiento. Su corazón latía con fuerza y su mente recorría una historia difícil de creer, pero llena de bondad y de belleza. ¡Seis años! Habían pasado seis años desde que tuvo un primer encuentro con ese bello tesoro de inestimable valor. No paraba de preguntarse, ¿por qué si pudo encontrar este tesoro desde hacía seis años tuvo que esperar tanto tiempo para poder estrecharlo en sus manos? Sin duda en ese momento aún no era el tiempo adecuado.
Su mente aún no había comprendido que durante todo ese tiempo su corazón se estaba forjando para poder disfrutar y cuidar de ese tesoro de la forma adecuada. Ahora, poco a poco comprendía que, aunque no merecía ese tesoro tan grande y bello, era en realidad una riqueza compartida, y el tiempo se había encargado de prepararlos para recibirla.
La realidad le golpeó la cara, no obstante, la realidad era aún más hermosa que su mismo pensamiento. Lentamente recorrió cada momento de una historia que, por grande y maravillosa, el tiempo mismo se negaba a contener. Se tomó el tiempo de disfrutar de nuevo cada detalle, cada conversación, cada sonrisa, cada minuto compartido, cada situación que hacía real esta historia increíble.
El tiempo, en su marcha incansable, había dado paso a un nuevo día. El hombre sabía que su tesoro dormía, podía sentir su respirar y cada latido de su corazón, imaginaba su figura bella y delicada, entregada ahora al descanso de la noche y a la vivencia de los sueños. Una sonrisa enorme se dibujó en su rostro al contemplar esta imagen. No lo pudo evitar, tomó el teléfono celular y escribió con él: "No pude esperar para decirte que tu presencia me bendice..."
"Sí, adesso ci sei tu
nei sogni e nelle idee
nell' immaginazione.
Tu, che sei vicino a me (così vicino a te)
che sei parte di me (così dentro di te)
come una sensazione.
Sei le parole, la musica
per una nuova canzone."
11 comentarios:
Es hermoso... como nada en este mundo... una lágrima de alegría y amor baja por mi mejilla, pues no concibe como se puede ser merecedor de algo tan hermoso....
Que hermoso!! Los tesoros Dios no los pone día a día pero llegan a ser mucho más hermosos cuando se valoran y se cuidan!!!Felicidades por tu hermoso tesoro!!!
Wow, esa ultima frase me mató!
hermoso post
"...tu presencia me bendice..." ¡Hermoso!
¡Axé!
Muy lindo Marito.
La espera hace que cuando el regalo llega, sepa a miel...
Saludines
Muy bueno Marito, en verdad. Una forma muy interesantede poner en perspectiva las cosas - a veces desesperamos sin darnos cuenta que el tiempo es maestro.
SAludos men
Muy bueno... y pensar que lo que para uno es un tesoro para otro no vale nada...
A veces el momento no es el indicado para desenterrar tesoros, ni tan siquiera para buscarlos.
Pero cuando llega el momento de hacerlo, la espera hace que la preparacion rinda sus frutos.
Un tesoro desenterrado es la cosecha de felicidad que muchos buscan y pocos encuentran.
Si lo encontraste Mario: agradecélo, bendecílo y disfrutálo!
Saludos.
Kaus: Como nada en el mundo... La lágrima de alegría es válida, por lo demás, más que merecido; incluso poco comparado con todo lo merecido.
Besos...
Dayanna: Definitivamente, el momento en que lo encontramos hace que se convierta en algo verdaderamente maravilloso. Gracias...
Un abrazo...
*°·.¸¸.° Heidy °·.¸¸.°*: Wow... Gracias...
Saludos...
XiniaCH: Bienvenida en primer lugar. Gracias, me alegra que te gustara.
Saludos...
KagosaVampire: Gracias corazón. Es cierto, esa espera endulza el momento del encuentro.
Saludines...
andrés: Gracias fren. El tiempo es maestro y te lleva directo al tesoro esperado, solo hay que saber aguardar.
Saludos...
Terox: Gracias... Lamentablemente es cierto, pero si es tu tesoro es para que lo cuides, lo custodies y protejas.
Saludos...
Edwin: Pero ese momento llega, es lo importante; y el tesoro hace que toda la espera valiera la pena, da un nuevo sentido y una nueva felicidad.
Gracias Ed, saludos...
Maritoo
Demasiado bello. Me siento así. Después de año y medio, todavía siento esa felicidad que te provoca el celular y escribir unas frases que te sacan las lágrimas
jeje1308: Te contesté como mil años después, pero bueno... Eso es lo importante Je, que no importa cuanto tiempo después, esa misma sensación prevalezca.
Saludos...
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