Pensamientos de la soledad: Introspección

Impasible, aparentemente impasible. Sobre la mesa, la taza media vacía que antes humeaba, ahora se veía amenazada con helarse debido a la brisa fría que corría por el lugar. Había bebido medio café mecánicamente, sin percatarse, sin degustarlo.

Aparentemente impasible. El caos estaba adentro, perfectamente disfrazado en la exterioridad por la armonía de su figura. Ahora miraba atentamente a través de la ventana, al menos eso pensaría el grupo homogéneo de personas que lo único que tenían en común era que se encontraban en el mismo café esa tarde fría de octubre.

La verdad era otra, su mirada perdida no enfocaba los muchos corazones rotos que cerraban sus abrigos, ceñían sus bufandas y aceleraban el paso por las gastadas calles de Ciudad Nueva. Su mirada fija en un punto -sin verlo-, denotaba que su pensamiento estaba lejos de allí, voló a otro lugar y, de paso, atrás en el tiempo.

Continuará...